Entre el ruido de las conversaciones, sonó de pronto el piano de Bill Evans: Never let me go. Me acerqué despacio a la mesa y dejé sobre el mantel rojo mi copa vacía. Y me marché sin despedirme. ¿Para qué, si tarde o temprano nos reencontraríamos? Salí al silencio de la noche tarareando, sonriente: please, let me go.
Es tiempo de cambios y nuevos proyectos. El primero es cerrar este como es debido: La mirada oblicua deja de emitirse en Radio 3 y también deja de publicarse, a partir de hoy, 1 de septiembre. Dedicaré parte de este mes a seleccionar los textos que formarán parte de La mirada oblicua (el libro) que publicará adamaRamada y que, con prólogo de Lara López, esperamos presentar en Madrid, en la librería Tres rosas amarillas, a mediados de noviembre.
Seguiré escribiendo (no puedo evitarlo) y abriré un nuevo blog; todavía no sé cuándo. En cualquier caso, estoy segura de que, tarde o temprano, nos reencontraremos: aquí, ahí, en la calle.
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